En esta temporada fría del año, compartir un café, un té o cualquier otra bebida caliente resulta sumamente agradable al permitirnos lidiar con las bajas temperaturas. Incluso escuchar la expresión ”Voy a beber un té de manzanilla” nos brinda esa sensación de bienestar y placer en la que podemos coincidir con amigos o familiares. Sin embargo, la mayoría de las personas desconoce que el té y las infusiones, pueden ser dos bebidas distintas.
Es por eso que, Talía Pinto, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife, comparte las diferencias entre el té y la infusión.
¿De dónde provienen?
El té se obtiene de sumergir en agua muy caliente las hojas del árbol de Camellia Sinensis, en el cual se encuentran todas las variedades de esta bebida como el té verde, té negro y té rojo.
Por su parte, la infusión es originaria de frutos como naranja, durazno, frutos rojos y también de hierbas como la manzanilla, hierba luisa e incluso de especias, raíces o rizomas como el kion y la cúrcuma.
¿Qué pueden aportar?
El té ayuda a disminuir y combatir el efecto de los radicales libres sobre las células del cuerpo, retardando el envejecimiento prematuro de estas. Asimismo, contribuye con la hidratación del cuerpo.
En cuanto a las infusiones, estas aportan propiedades y beneficios derivados de la planta, flor o raíz empleada, así como de los insumos añadidos en la preparación, que pueden ser miel o limón, por ejemplo.
Ahora que se han explicado las propiedades de estas bebidas, se puede disfrutar en este invierno los beneficios que ofrecen: relajar, reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico. Las variedades de opciones que tienen complementan a un estilo de vida saludable.