Lima.- Cada 27 de julio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, una fecha que busca aumentar la conciencia sobre este tipo de cáncer, promover la prevención y apoyar a quienes luchan contra la enfermedad. Este día es una oportunidad para destacar la importancia de la detección temprana y el acceso a tratamientos adecuados.
En 2020, el Global Cancer Observatory reportó que en Perú se registraron aproximadamente 1,682 nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello, con una incidencia ajustada por edad de 5.3 por cada 100.000 habitantes. Este tipo de cáncer fue responsable de 949 muertes en el mismo año, con una mayor prevalencia en hombres.
En el Perú el Ministerio de Salud (Minsa), ha ampliado la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a niñas y adolescentes hasta los 18 años de edad, proporcionando una sola dosis de la vacuna siempre y cuando no hayan sido vacunadas previamente. Esta medida, busca cerrar brechas en la vacunación y proteger a más jóvenes contra el VPH, que es responsable de diversos tipos de cáncer, incluido el de cabeza y cuello.
El cáncer de cabeza y cuello incluye una variedad de cánceres que afectan distintas áreas como la cavidad oral, la faringe, la laringe, los senos paranasales y la cavidad nasal, así como las glándulas salivales. Si bien no son los tipos de cáncer más comunes, su impacto es significativo y su incidencia ha mostrado un preocupante aumento en ciertos subtipos en los últimos años.
Uno de los subtipos que ha tenido un notable incremento es el cáncer orofaríngeo, que afecta la parte posterior de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas.
El Dr. Felipe Contreras, cirujano de cabeza y cuello del Instituto Oncológico FALP, explica que “los factores de riesgo tradicionales del cáncer orofaríngeo eran el tabaco y el alcohol, pero en los últimos años, la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) se ha convertido en un factor crucial, siendo responsable del aumento en el número de casos. Actualmente, cerca del 70% de estos tumores presentan VPH positivo”, agrega.
El Dr. Contreras destaca la importancia de la detección temprana: “En pacientes jóvenes, un diagnóstico precoz del cáncer orofaríngeo asociado al VPH puede mejorar significativamente el pronóstico, con tasas de mejoría que pueden alcanzar hasta el 90%”.
Los síntomas de este tipo de cáncer pueden incluir un aumento de volumen o dolor en la región de las amígdalas, que puede irradiar a los oídos, o la aparición de un bulto en el cuello.
Para diagnosticar o descartar el cáncer de cabeza y cuello, se deben considerar los siguientes exámenes:
● Examen físico: Revisión detallada de la cavidad oral, garganta, cuello, y nariz.
● Endoscopia: Permite visualizar las áreas internas de la cabeza y el cuello con una cámara pequeña.
● Biopsia: Extracción de una muestra de tejido para su análisis.
● Tomografía computarizada (TC): Proporciona imágenes detalladas de las estructuras internas.
● Resonancia magnética (RM): Ofrece imágenes detalladas de los tejidos blandos.
● Tomografía por emisión de positrones (PET): Ayuda a detectar la actividad metabólica de las células cancerosas.
● Ecografía: Utilizada para examinar los ganglios linfáticos y otras estructuras en el cuello.
La detección temprana y el acceso a un tratamiento adecuado son esenciales para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.