La educación proporciona conocimientos académicos, pero también es una herramienta poderosa que contribuye de manera positiva al desarrollo personal, social y emocional de los niños. Por ello, es importante que desde el hogar se fomente un ambiente de apoyo, respeto y comunicación, donde los niños puedan desarrollar su autoestima, aprender a gestionar sus emociones y recibir orientación en la construcción de sus valores y principios.
“Las familias son las primeras educadoras de sus hijos, por esta razón es fundamental que los padres reconozcan cómo sus acciones y decisiones pueden impactar en el desarrollo integral de sus hijos en todas las dimensiones, tanto a nivel cognitivo como emocional, socioafectivo, cognitivo, comunicativo, entre otros. En este sentido, sería importante que la familia asegure espacios de calidad donde los niños puedan expresar sus afectos, conversar sobre lo que interesa o preocupa, contar con espacios de juegos e interacción, posibilitar momentos para desplegar la imaginación y creatividad de los niños, aprender de manera libre, así como expresar sus afectos a través de diversos lenguajes”, sostiene Carmen Sandoval, directora de la carrera de Educación Inicial de la Facultad de Educación de la PUCP.
Al respecto, el especialista nos brinda cinco recomendaciones para que los padres potencien la educación de sus hijos en casa y que repercuta de manera positiva en el logro del progreso escolar:
- Valorar las opiniones de sus hijos: Cuando los niños brindan alguna opinión sobre un tema que les interesa es importante que los padres pongan atención en lo que sus hijos dicen, les formulen preguntas, los inviten a reflexionar sobre el tema y cuestionarse, de manera que se potencien las habilidades de comunicación, el desarrollo del pensamiento crítico, la autoestima de los niños, habilidades para la vida, entre otros.
- Invitar a sus hijos a jugar con regularidad: De acuerdo a las edades y los intereses de los niños los padres pueden compartir momentos de juego y disfrute con sus hijos, promoviendo las interacciones positivas y cálidas, lo que fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos, y el juego es una forma atractiva de acceder al aprendizaje y consolidarlo.
- Acompañar el progreso escolar de sus hijos: Se recomienda mantener una estrecha relación con la escuela, a través de un trabajo articulado y colaborativo, porque impacta directamente en el desempeño de los niños durante la etapa escolar, así como en su desarrollo académico, social y emocional. Asimismo, esta experiencia enriquece la experiencia escolar del niño, así como los motiva a aprender.
- Brindar espacios de aprendizaje autónomo a los niños: Se sugiere que los padres acompañen a sus hijos durante el desarrollo de las tareas o actividades escolares, pero de manera dosificada, brindando espacios para que los niños puedan organizarse, manejar su propia agenda, realizar sus tareas de manera progresiva, etc.
- Motivar a sus hijos a seguir aprendiendo más allá de la escuela: Esta es una habilidad que los niños necesitan desarrollar como ciudadanos del S.XXI, en una sociedad que requiere que la persona sea flexible y se adapte a los cambios. Es fundamental que los niños “aprendan a aprender” de manera creativa, innovadora, autónoma, crítica y responsable desde edades tempranas para que puedan ir fortaleciendo sus habilidades y consolidar la confianza en sí mismos.
Es fundamental que los padres sean un soporte en la educación de sus hijos, brindando un equilibrio entre ser guía y brindar autonomía. Esto implica apoyar los esfuerzos personales y escolares de sus hijos, reconocer y valorar sus logros, acompañarlos en los momentos de alta complejidad frente a los problemas, colaborar estrechamente con los maestros y mantener una comunicación abierta sobre su progreso, concluye Sandoval.