Lima.- Cada vez son más los negocios gastronómicos y hogares, que se interesan por adoptar prácticas responsables que disminuyan la producción de desperdicios en la cocina y aprovechen al máximo el uso de recursos. Según el Banco de Alimentos del Perú, en el país se desperdician alrededor de 9 millones de toneladas de comida anualmente, lo que equivaldría al alimento de 2 millones de peruanos. Rafael Valencia, docente de la Universidad Le Cordon Bleu, explica que la gastronomía circular sostenible emerge como una solución innovadora debido a que su enfoque principal busca aprovechar al máximo el uso de recursos.
“Al preparar alimentos siempre se generan restos de alimentos o insumos que se han utilizado previamente como cáscaras, hierbas, entre otros. La Gastronomía Circular Sostenible busca aprovechar al máximo estos residuos para la elaboración de nuevos productos. Por ejemplo, las cáscaras de productos como el limón, naranjas o mandarinas podrían aprovecharse para producir nuevos productos como mermeladas o infusiones. También pueden utilizarse los tallos de hierbas como el perejil y el culantro, cortándolos finamente, para deshidratarlos y utilizarlos para darle sabor a alguna guarnición o para decorar un plato”, explicó Valencia.
Por otro lado, Rafael Valencia, enfatiza que esta tendencia mundial viene cobrando fuerza en el Perú debido a los beneficios que ofrece. Asimismo, el docente de la Universidad Le Cordon Bleu, mencionó cinco beneficios de implementar la gastronomía circular sostenible:
- Disminución de residuos sólidos: Gracias a la gastronomía circular sostenible, el volumen de desechos que terminará en los rellenos sanitarios será menor, reduciendo así el impacto ambiental.
- Conservación de recursos naturales: Es importante conservar los recursos naturales para que las nuevas generaciones también puedan disfrutarlos.
- Ahorro: Implementando estrategias de gastronomía circular sostenible, no solo se aprovechan al máximo los insumos durante la preparación de los alimentos, también se reducen costos.
- Innovación: Al combinar la comida con creatividad, trabajar con las mermas de la cocina abre un mundo de posibilidades para crear nuevos productos y negocios.
- Reducción de la huella de carbono: Al producir menos materias primas, se lograría reducir el uso de combustibles, necesarios para el transporte y distribución.
Finalmente, Rafael Valencia, docente de la Universidad Le Cordon Bleu, comenta que, si bien el primer paso se está dando en negocios gastronómicos, un aumento de hogares implementando estrategias de gastronomía circular sostenible; como realizar compras planificadas, almacenar en recipientes limpios los desechos orgánicos, innovar en la cocina e incentivar la cultura de la reutilización, incrementaría la conservación de recursos y reducción del impacto ambiental.